Carlos (Fernando Guillén Cuervo) y Rita (Cristina Plazas) se separaron a raíz de haber perdido en un accidente a su hijo Santi, un joven que ya era una gran promesa en el mundo del baloncesto. Tres años después, Rita ha rehecho su vida y se ha preocupado de la educación de su otro hijo, Dani (Biel Durán). Carlos vuelve a aparecer en la vida de ellos dos, asegurando que ha cambiado y comprometiéndose a hacer de buen padre con Dani, un muchacho adolescente y que también tiene muy buenas aptitudes para el baloncesto. Presiona al antiguo entrenador de Santi para que acepte a Dani en su equipo, y urde una estrategia para hacer de Dani lo que, debido a su muerte, no pudo conseguir con Santi: un triunfador.
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