Le mataron a su padre cuando era niño y juró vengarse. Oliendo pistolas y endureciendo los puños, Antonio Espinoza se transformó en un asesino a sueldo con aires de James Bond. Terno negro y silenciador mediante, este cazarrecompensas no descansará hasta hacer justicia con sus propias manos o pies.
viernes, 23 de marzo de 2012
MANDRILL (2010) de Ernesto Díaz Espinoza
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