Un hombre de cierta edad, Fernando Tobajas, decide cierto día vivir en el cuarto de baño, que ha modificado de forma que parezca un pequeño apartamento y no salir nunca de él. Es un hombre que ha renunciado a todo, excepto a su vanidad y sus contactos con el mundo se reducen a las visitas de los amigos y a los mensajes que envía encerrados en una botella, por el retrete con la esperanza de que alguien lo reciba y sepa así que él existe. Arabel Lee, una chica preciosa, encuentra uno de estos mensajes; uno en el que este moderno anacoreta hace una reflexión sobre San Antonio y la Reina de Saba. Arabel, decide visitarle y jugar a ser la Reina de Saba. El amante de la chica, que no se resigna a perderla, ingenia un sistema para recuperar a Arabel; deja al anacoreta a solas con ella, sin servicio y sin dinero. Ambos descubren que la relación no durará mucho: Fernando, fuera del baño, sería un tipo vulgar y sin ningún interés y, por otra parte, ¿cómo ofrecería a Arabel el tren de vida al que ella está habituada?
jueves, 14 de octubre de 2010
EL ANACORETA (1976) de Juan Estelrich
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